Vol. 13 / enero 2025
ARTÍCULO / INFORME. Autor: Orhan Söylemez
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El creciente interés por la cultura turca así como la carencia de materiales reconocidos sobre la misma, ha determinado que Recensión solicitara al profesor Orhan Söylemez, de Kastamonu Üniversitesi, una introducción especial, con criterios actuales pero breve y precisa, a la misma. Se publicará en forma de serie y es fruto de la gestión efectuada por Lucia Gerbino, investigadora del Instituto Juan Andrés residente en Istambul.
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Los núcleos fundamentales de la historia de la literatura turca
En el ámbito de la literatura turca, el concepto de “cultura” posee un significado peculiarmente complejo y elaborado. El historiador Ziya Gökalp empleó el término hars, definiéndolo como la síntesis de “civilización y cultura turca”. Según este notable estudioso, la «civilización» debe entenderse como un patrimonio común compartido por diversas naciones, entendiéndose así de carácter universal. Sin embargo, cada civilización incorpora las características específicas y las formas del pueblo o nación que la ha creado, transmitiendo a las generaciones futuras los cánones de su propia cultura o civilización al tiempo que las moldea y transforma. En este proceso, la geografía y el estilo de vida de las gentes turcas se han mantenido como factores determinantes a lo largo de siglos, hasta alcanzar su paradigma moderno del siglo XXI representado por Peyami Safa (1899-1961). Este autor es a nuestro propósito figura clave por cuanto representa Turquía en un extraordinario y extenso proceso de transformación pública y, sobre todo, antropológica, además de en la circunstancia muy significativa de país situado en el delicado equilibrio entre Oriente y Occidente. La cultura o civilización turca, de hecho, se ha modelado especialmente conforme a las características geográficas del entorno en que se desarrolló.

La cultura sufí, el jenízaro y el dromedario de la Ruta de la Seda (dibujo de Korkmaz Duru).
El pueblo turco ha sido una de las pocas comunidades en adoptar un estilo de vida nómada durante largos períodos de tiempo. Es un pueblo que ha atravesado civilizaciones muy poderosas en el marco de una vasta geografía: un largo recorrido que comenzó en los montes Altái y se extendió hasta el extremo de Europa. Las interacciones culturales y los cambios experimentados por el pueblo turco, en la actualidad mayoritariamente concentrado en Anatolia, y que en el último cuarto de siglo ha vivido «independientemente» en la geografía del Turkestán, han sido ciertamente muy intensos en el curso de su continuo movimiento. Son oscilaciones de civilización que han sido frecuentemente discutidas tanto por la historiografía como por la producción literaria, la narrativa en particular. Un ejemplo muy destacado de esta reflexión lo ofrece Peyami Safa, quien, en lo que puede describirse como una “monografía filosófica”, publicó una obra por entregas en el periódico Cumhuriyet. Su argumento teórico, que es aparentemente paradójico, reabre, para el punto de vista europeo, toda la esfera relativa a la transmisión de los clásicos griegos como intercambio árabe-occidental, que sabemos cuando menos que no solo fue bizantino mediante Italia sino también a través de la península ibérica tras la invasión musulmana.
En este trabajo, Peyami Safa, al explicar la civilización europea a través de los conceptos de «hipocritización» y «civilización», defiende la siguiente tesis: en la Edad Media, los pensadores turco-islámicos continuaron la filosofía griega y la transmitieron a Europa. Según Safa, fueron de ese modo los pensadores turcos quienes, en primer lugar, formaron la estructura mental racionalista y naturalista de la Europa contemporánea. No obstante, aunque encontró un espacio vital en Occidente y preparó el Renacimiento, la filosofía racionalista turco-árabe enfrentó serias resistencias en Oriente, donde las ideas místicas y teológicas prevalecieron, limitando su plena asimilación en su lugar de origen.
Inicialmente, la filosofía islámica, por un lado, avanzó hacia el conocimiento del mundo con figuras como Al Fârâbî e Ibn Sina; de otra parte, progresó en la dirección opuesta. Mientras que la primera orientación, de carácter racionalista y naturalista, influyó en el Occidente cristiano, la vertiente fideísta y teológica se difundió con mayor fuerza en el Oriente musulmán. De esta manera, mientras el Occidente cristiano recibía el pensamiento racionalista y naturalista del Oriente musulmán, este último adoptaba gradualmente las influencias fideístas y teológicas del cristianismo occidental.
Peyami Safa señaló que pensadores como Ghazali, defensor del pensamiento místico y la moralidad, estaban influidos por el cristianismo. Este autor argumenta, a través de su prolífica obra, que figuras como Ghazali, Muhyiddin Ibn Arabi, Mevlana Celaleddin-i Rumi y la teología ash’arita jugaron un papel “perturbador” en el declive del Oriente musulmán. Estas ideas lo llevaron a entrar en polémica con İsmail Hakkı İzmirli, quien posteriormente criticó sus planteamientos.
Es posible observar los reflejos del cambio antropológico y filosófico de cada sociedad, especialmente en su lengua, hablada y escrita, en su escritura y su literatura. Los estudiosos de la historia de la cultura turca suelen basar su investigación en las obras literarias y otras fuentes documentales. Gökalp propone estudiar la cultura turca dividida en dos grandes períodos. La aceptación del Islam por parte de los turcos constituye sin duda el elemento de diferenciación más evidente entre ambos. De lo que se sigue, en términos generales:
- La literatura y cultura turca anterior al Islam
- La literatura y cultura turca en el Islam
Si bien esta clasificación puede parecer muy clara, Gökalp señala la existencia de un tercer ciclo de civilización, representado por el período del Tanzimat y el posTanzimat, durante el cual la literatura y la cultura aun permaneciendo en el ámbito islámico comenzó a orientarse hacia la cultura occidental. Gökalp utiliza la expresión «literatura y cultura turca en la civilización occidental», es decir, «literatura y cultura turca dentro del círculo literario y cultural occidental», para referirse a este período.

Bazar de Bursa by Doğa Çavuşoğlu.
En el prólogo de su Historia de la Literatura Turca I (Estambul: Milli Eğitim Basımevi, 1971), Nihat Sami Banarlı describe los “períodos culturales y artísticos de la literatura turca” señalando que es posible examinar los eventos históricos, sociales, intelectuales, artísticos y geográficos que dieron forma a sus tradiciones, así como las corrientes y escuelas surgida de estos acontecimientos. Banarlı continúa su análisis afirmando:
… Es sabido que la literatura turca se ha desarrollado a lo largo de veintisiete siglos. A su vez, consiste en una literatura no confinada en una sola patria…, en su mayor parte, abarca la geografía de Asia Central, Jorasán, Irán, India, Azerbaiyán, Anatolia, los Balcanes, Egipto, Siria, Irak, etc. Es un error separar las diferentes patrias de los turcos y considerar las múltiples facetas de la identidad turca como estados independientes mediante el punto de vista de la geografía.
La cultura, la lengua y la literatura se forman históricamente. La tradición turca es milenaria y tiene raíces muy profundas: la estepa de Asia Central es considerada como la patria originaria del pueblo turco. El primer estado que viene a la mente es el de los hunos, que alcanzaron su apogeo bajo el liderazgo de Mete Khan. Los hunos occidentales avanzaron hacia el corazón de Europa bajo el mando de Atila, dando lugar a un período importante en la historia europea.
La obra en dos volúmenes Atila, del escritor kazajo Samat Öteniyazov (Almaty: Atamura, 2023) analiza en detalle cómo los hunos occidentales alcanzaron su apogeo tanto histórica como culturalmente. En el prólogo del primer volumen afirma Öteniyazov: “Nuestros antepasados, los ancestros y fuentes ricas de todos los pueblos turcos, escribieron sobre los hunos como ‘Unno’, tanto en chino como en latín (la lengua oficial del Imperio Romano)”. Del mismo modo, Alessio Bombaci, en su Historia de la Literatura Turca, se expresa en estos términos: “… Como es sabido, los hunos alcanzaron gran fama bajo el liderazgo de Atila (fallecido en el 453).” Según Bombaci, “…incluso antes del siglo VI, cuando los turcos fueron mencionados por primera vez en las fuentes chinas, existían pueblos que hablaban lenguas túrquicas”. Por su parte, Banarlı, en su libro sobre historia literaria, indica que: “… Mete Khan, soberano huno, vivió en el siglo II a.C. y se sabe que envió cartas al Estado chino con un estilo refinado” (p. 56).
Lamentablemente, no existen documentos que permitan corroborar estas afirmaciones, siendo por ello necesario analizar los hitos de la cultura turca basándose en las fuentes disponibles. Es sabido que los turcos fundaron un poderoso imperio en Mongolia entre los siglos VI y VIII, pese a la ausencia de documentos escritos, pero existen algunas inscripciones del antiguo imperio túrquico que han llegado hasta nuestros días. Las inscripciones del Orjón, que datan del período Köktürk, son los documentos escritos más importantes de la historia turca y constituyen una «herencia política» o un «consejo político» de gran relevancia. Son la primera piedra angular o significativa de la historia cultural turca.

Bursa The Great Mosque (Ulu Camii) (foto de Aylin Aktekin).
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Los núcleos fundantes de la literatura turca
1. Inscripciones del Orjón
Renombrados turcólogos, tanto extranjeros como nacionales, así Thomsen y Radloff, han llevado a cabo estudios sobre lo que podría considerarse la fuente más valiosa de la civilización turca. La obra de Cengiz Alyılmaz, titulada Today’s Status of Orhun Inscriptions (Ankara: Kurmay Publications, 2005), destaca por mostrar el estado más reciente de las inscripciones y los diseños epigráficos. Se cree que estas inscripciones fueron escritas y erigidas entre los años 720 y 735 d.C. La importancia de estas piedras, conocidas como inscripciones del Orjón o Göktürk, ubicadas actualmente dentro de los límites de Mongolia, radica en ser la representación más antigua conocida de la lengua escrita turca. Establecen el primer momento de desarrollo de la lengua, la cultura y la literatura turca, ya que son las primeras fuentes.
2. Maniqueísmo y escritura uigur
El Estado Uigur, que surgió tras la caída del Estado Göktürk, utilizó inicialmente la escritura llamada Göktürk. Sin embargo, cuando Bögü Khan, que ascendió al trono en 759 d.C., adoptó el maniqueísmo como religión oficial, se produjo la entrada en una nueva esfera de cultura. Los representantes sogdianos de este sistema de creencias comenzaron a difundir entre los turcos la escritura sogdiana, utilizada para escribir sus libros religiosos. Nihat Sami Banarlı considera este cambio como un infortunio para la lengua y la literatura turca, argumentando que, en términos generales, el sistema de escritura se moldea según un espíritu nacional y sigue los gustos nacionales a lo largo de los siglos.
3. La aceptación del Islam y el círculo cultural que se formó en torno a él
El pueblo turco experimentó un gran cambio con la aceptación del Islam. Durante el período de los Karajánidas, bajo el liderazgo de Satuk Buğra Khan, hacia el año 920 d.C., los turcos adoptaron esta religión. Anteriormente, el pueblo turco en su mayoría llevaba una vida nómada, en la cual los elementos esenciales eran los animales (sobre todo caballos, bovinos, ovejas, camellos) y las tiendas. Estas formaban la base de su cultura, adquirían valor artístico en sus decoraciones y sustentaban un estilo de vida centrado en la cría de ganado. Este modelo cultural es usualmente conocido como «civilización de la tienda».
La cultura islámica que se desarrolló posteriormente ejerció un impacto significativo en el pensamiento, el estilo de vida, la literatura y la lengua de los turcos. Bajo la influencia del Islam, la lengua turca comenzó a ser relevada por el árabe y el persa, idiomas de gran riqueza cultural y artística que acompañaron a los turcos en su llegada a Anatolia. Así, emergió una literatura islámica con nuevas formas, temas y perspectivas culturales. Este cambio y nueva configuración pueden denominarse brevemente como la «civilización turco-islámica».
El Corán, como libro sagrado del Islam y su profeta Mahoma constituirán el eje central de esta nueva y poderosa cultura. En torno a estos pilares, comenzaron a escribirse obras como los hadices, el Mesnevi, el Kısasü’l-Enbiya y Yusuf y Züleyha, de Mevlana Celaleddin Rumi.
Es de saber que con la religión islámica también surgió la corriente del sufismo, que Banarlı define como misticismo islámico. Según su filosofía fundamental, este sistema de pensamiento y creencia opera como un mecanismo secreto de percepción, fe y reflexión. En sus propias palabras: «… no se basa únicamente en el principio de la unicidad de Alá, sino también en la fe en su existencia; sostiene que ‘no existe ningún ser verdadero aparte de Alá'» (Historia de la Literatura Turca, p. 115). La «literatura sufíí” penetró profundamente la tradición literaria turca durante los siglos siguientes.
En lo que sigue Autores fundamentales de la literatura turca tras su integración en la civilización islámica
Yusuf Has Hacib – Kutadgu Bilig
Considerado el primer autor de la literatura turca islámica, Yusuf Has Hacib, nacido en Balasagun, produjo su obra en los años 1069-1070. Es obra que combina expresiones literarias, modismos populares y proverbios comunes entre el pueblo turco, configurando una identidad nacional más allá de su carácter islámico. De función didáctica, ofrece consejos sobre temas religiosos, morales, jurídicos, sociales y educativos. Según Banarlı, el tema principal de la obra consiste en “…encontrar formas de hacer felices a las personas que viven en sociedad, tanto material como espiritualmente» (Historia de la Literatura Turca, p. 235). Los cuatro personajes de la obra representan conceptos clave: Gündoğdu simboliza la justicia, Ay-Toldı representa la felicidad, Ögdülmüş la inteligencia, y Odgurmuş la satisfacción y el destino.
Edip Ahmet Yukneki – Atebetü’l-Hakayık
Nacido en Yuknek, cerca de Taskent, Edip Ahmet compuso una obra cuyo título significa «El umbral de las verdades». La ofreció a un señor turco llamado Mehmet Beğ. El texto, que evidencia un profundo conocimiento del Islam, el Corán y la tradición de los hadices, subraya la importancia del conocimiento, el lenguaje, la generosidad y la humildad, al tiempo que destaca los peligros de la arrogancia, la ambición y los excesos mundanos. Tiene como objetivo difundir estas enseñanzas entre el pueblo.
Kashgarli Mahmud – Divanü Lugat’it-Türk
Mahmud de Kashgar, cuya fecha exacta de nacimiento se desconoce, estuvo en Bagdad entre 1072 y 1077. Relata que viajó por todas las regiones habitadas por los turcos, aprendiendo los dialectos y estilos poéticos de pueblos como los turcomanos, oghuz, chigil, yagmas y kirguises, antes de escribir la obra. El libro, considerado el primer diccionario y gramática del turco, contiene información sobre lengua, literatura, historia y geografía de la época. Escrito en árabe, su propósito era enseñar turco a los árabes. Incluye más de 7.500 palabras turcas, así como modismos y proverbios, y es valorado como un «rico tesoro cultural nacional» por los turcólogos.
Ahmet Yesevi – Divan-ı Hikmet
Khoja Ahmet, conocido como Yesevi por su lugar de nacimiento, Yesi, en el Turkestán, eliminó la separación entre la sharia y la secta en el Islam, logrando una unión entre religión y sufismo a través de expresiones sencillas. Su obra, Divan-ı Hikmet, aborda temas como los principios del Islam, los pecados y las virtudes, los versos del Corán y los hadices. En lenguaje accesible, Yesevi explicó tanto el Islam como su vertiente sufí a los turcos nómadas de la vasta estepa turkestana.
La épica de Manas
Relatada como una extensa saga heroica por los kirguises, la Épica de Manas es la mayor epopeya del pueblo turco. Transmitida oralmente entre los habitantes de las regiones cercanas al lago Issyk-Kul, fue recopilada por el científico kazajo Shokan Velikhanov. Los narradores de esta epopeya, llamados manaschi, son figuras clave de la tradición oral. Sayakbay Karalayev es el manaschi más reconocido de la era moderna. Incluso actualmente, siguiendo la tradición, hay narradores que recitan esta epopeya durante tres días y tres noches consecutivas.
Historias de Dede Korkut y la Épica de Köroğlu
Las Historias de Dede Korkut, ampliamente difundidas entre las tribus oghuz que migraron de Asia Central al Cáucaso y Anatolia, es uno de los tesoros de la literatura turca. Escritas en el siglo XV, en el norte y noreste de Anatolia, estas narraciones heroicas reflejan las características culturales, geográficas y sociales de los turcos antes del Islam, así como la influencia islámica de la época en que fueron redactadas.
Otra epopeya culturalmente significativa es la Épica de Köroğlu, compartida y preservada entre todos los pueblos turcos. Se han encontrado diversas versiones de esta obra en diferentes dialectos.
Hacı Bektaş Veli
Figura clave en la turquificación e islamización de Anatolia en el siglo XIII, Hacı Bektaş Veli provenía de los turcos de Jorasán. Su influencia se extendió mediante la orden conocida como bektashismo. Utilizó el idioma turco para abordar cuestiones sociales y conquistó a quienes lo rodeaban gracias a su capacidad de explicar ideas complejas de manera simple.
Nasreddin Hodja
Nasreddin Hodja, quien con su ingenio narró principalmente la filosofía de vida de los turcos anatolios, vivió en Anatolia en el siglo XIII. La existencia de personajes similares entre otros pueblos turcos, como Koca Nasır entre los kazajos o Ependi entre los uigures, refleja la inteligencia, la experiencia y el saber de los pueblos turcos. No en vano se le llama «el filósofo del pueblo turco».
Mevlana Celaleddin-i Rumi y Mesnevi
Mevlana, destacado pensador y poeta nacido en la ciudad de Balj, en Jorasán, y fallecido en Konya, debe el sobrenombre de “Rumi” a su larga estancia en Anatolia. Su obra Mesnevi, explora sentimientos, pensamientos, creencias y una comprensión artística verdaderamente singular; la filosofía que expone es definible como unidad en la existencia, idea que formula y se ha transmitido mediante los relatos que contiene.
Yunus Emre y su Diván
La extensión del movimiento Yesevi, iniciado en Asia Central, y su repercusión en la literatura popular de Anatolia se observa en Yunus Emre y sus poesías. Banarlı describe a Yunus Emre como «El primer gran poeta turco que logró transmitir los inalcanzables sentimientos del amor divino con toda la belleza del pueblo turco del siglo XIII» (Historia de la Literatura Turca, p. 325).
La base cultural que inspira las emociones y reflexiones de Yunus Emre proviene de la fe islámica. Su Diván, que incluye sus poemas, himnos y alabanzas, está principalmente escrito en la métrica silábica característica de la literatura popular turca. En virtud de esta cualidad, se considera que inmortalizó la poesía sufí turca. Son composiciones fundamentadas en una percepción islámica del pensamiento y la espiritualidad.
A la enumeración descrita es de añadir una obra adicional de gran importancia, especialmente dentro del contexto de la propagación del Islam en Anatolia: el Mevlid, libro dedicado al profeta Muhammad, escrito por Süleyman Çelebi.
Aunque no se sabe con certeza cuándo nació Süleyman Çelebi, está aceptado que falleció en 1422. Se estima que nació en Bursa, donde también recibió su educación. Se cree que fue discípulo del emir Sultan de Bujará, quien residía en Bursa en ese tiempo, y que sirvió como imán en la Gran Mezquita construida por Yıldırım Beyazıt. El título original de su obra es Vesiletü’n-Necat; sin embargo, comúnmente se le conoce como Mevlid. Se piensa que Süleyman Çelebi compuso esta obra en Bursa y la completó en 1409.
Las secciones de la obra, que reflejan una perspectiva más cercana a la sharía que a la mística, incluyen temas como la unicidad divina (tawhid), plegarias, nacimiento, milagros, ascensión y muerte del profeta Muhammad. La obra culmina con una «oración».
CITA BIBLIOGRÁFICA: O. Söylemez, «Sobre la literatura turca», Recensión, vol. 13 (enero-junio 2025) [Enlace: https://revistarecension.com/2024/12/28/sobre-la-literatura-turca-1/ ]